El proyecto de la Ópera de Viena fue planeado por el arquitecto August von Sicardsburg quien se encargó de realizar la planificación básica del edificio, y Eduard van der Null, quien diseñó la decoración del interior. Sin embargo, estaban involucrados otros artistas importantes. Algunos de ellos: Moritz von Schwind, quien pintó los frescos en el vestíbulo y el famoso ciclo de frescos sobre "La Flauta Mágica" en la galería. No obstante, ambos arquitectos no lograron experimentar la apertura de "su" Ópera; ya que el sensible van der Null se suicidó, mientras que su amigo Sicardsburg murió poco después a causa de un derrame cerebral.

El 25 de mayo de 1869, se inauguró la casa con DON JUAN de Mozart, en presencia del emperador Franz Joseph y la emperatriz Elisabeth. Sin embargo, con la influencia artística de los primeros directores de Franz von Dingelstedt, Johann Herbeck, Franz Jauner y Wilhelm Jahn y creció la popularidad del edificio. La ópera de Viena experimentó su primer apogeo bajo el Director Gustav Mahler, quien transformó el sistema anticuado de representación desde sus cimientos; reforzó la precisión y el espíritu general, además reclutó escenógrafos famosos (entre ellos Alfred Roller) para crear una nueva estética del escenario.

Hoy en día, la Ópera Nacional de Viena es considerada como una de las más importantes óperas del mundo; especialmente, por poseer el repertorio más grande. Desde el primero de septiembre de 2010, Dominique Meyer se mantiene como director de la Ópera Nacional; mientras que la Dirección General de Música corre a cargo de Franz Welser-Möst.